La Fundación McKnight aplaudió la aprobación de la Ley Bipartidista de Empleo e Inversión en Infraestructura, un proyecto de ley histórico que genera más de un billón de dólares en inversiones muy atrasadas para reconstruir la infraestructura en ruinas de nuestra nación, con un claro enfoque en la resiliencia climática y la equidad. Tonya Allen, presidenta de la Fundación, emitió el siguiente comunicado:
“Ayer, el Congreso aprobó un proyecto de ley de financiación de infraestructura histórico que tiene el potencial de ser verdaderamente transformador. Después de una alarmante ausencia de liderazgo climático a nivel federal, esta legislación es un buen comienzo que debería fomentar una política y una financiación climática federal más audaces e integrales.
“El reloj climático corre y no tenemos tiempo que perder. Este es nuestro momento de ser audaces, persistentes y acelerar la transición hacia una economía de energía más equitativa y limpia”.
“Gracias al liderazgo bipartidista en Washington, las carreteras y puentes en ruinas, las tuberías de agua envejecidas y el sector del transporte contaminante y dependiente de los combustibles fósiles de nuestra región comenzarán a recibir una renovación del siglo XXI que se necesitaba hace mucho tiempo, con la resiliencia climática y la equidad como piedras angulares.
“El Medio Oeste está listo para capitalizar estas inversiones federales tan necesarias. Tenemos innumerables proyectos listos para implementar y un floreciente sector de vehículos eléctricos listo para crecer. Como principal financiador climático del Medio Oeste, la Fundación McKnight está preparada para trabajar con nuestros socios locales, estatales y nacionales para garantizar que estas inversiones marquen el comienzo de un futuro más justo, creativo y abundante donde las personas y el planeta prosperen.
“Sabemos que lo que sucede (y lo que no) en Washington DC tiene profundos impactos en el Medio Oeste: en nuestro aire, en nuestras ciudades y pueblos y en nuestros niños. Si bien nos sentimos alentados por los avances de ayer, tenemos los ojos bien abiertos ante la magnitud del desafío que tenemos por delante y lo que demandará en los próximos días, meses y años. Y sabemos que lo que sucede (y lo que no sucede) en el Medio Oeste es fundamental para que nuestra nación y nuestro planeta puedan cumplir los ambiciosos objetivos climáticos para que las personas y el planeta puedan prosperar.
“El reloj climático corre y no tenemos tiempo que perder. Este es nuestro momento de ser audaces, persistentes y acelerar la transición hacia una economía de energía más equitativa y limpia”.