Ella se para en las sombras. Mirando.
Ver cómo un hombre negro da su último aliento bajo la rodilla de un hombre que juró proteger y servir a su comunidad.
Otro hombre negro es asesinado a tiros por la policía.
Otra vida arrebatada. Se llevaron al hijo de otra madre.
Ella permanece en las sombras porque no puede moverse.
Se siente como si estuviera en arenas movedizas.
Ella no puede comprender la injusticia.
Ella nunca ha vivido en ese mundo.
Este ES el mundo en el que vive.
Basta de mirar.
Ella siente la necesidad de hacer un cambio.
Ella siente un llamado a la acción.
Para salir de las sombras.
Ya no es hora de mirar.
Es hora de HACER.
Es hora de unirnos ...
nuestros patios traseros.
nuestros barrios.
nuestras comunidades.
nuestro estado y nuestra nación.
Es hora de salir de las sombras.
Es tiempo de cambiar; para apoyarnos unos a otros.
Es hora de unir a la humanidad.
Este poema es parte de un serie de reflexiones en primera persona nuestros colegas están compartiendo sobre George Floyd y el movimiento por la justicia racial.