Un nuevo análisis de la Asociación Rural para el Clima Se estima que al menos 361 TP3T de emisiones perjudiciales para el clima se producen en las zonas rurales de Estados Unidos, a pesar de que las zonas rurales de ese país representan solo el 181 TP3T de la población estadounidense. Esto significa que tenemos enormes oportunidades en las zonas rurales de Estados Unidos, y en el Medio Oeste en particular, para crear soluciones climáticas rurales, desde cómo producimos energía hasta cómo alimentamos nuestros automóviles, desde las prácticas agrícolas y la gran industria hasta la electrificación de nuestros hogares y negocios.
El informe concluyó que, a través de asociaciones continuas con las comunidades rurales, podemos ayudar a lograr reducciones de emisiones muy necesarias, al tiempo que fomentamos economías locales más fuertes, creamos más empleos y protegemos los paisajes rurales.
Las soluciones eficaces requieren la dedicación y el ingenio de los propios habitantes rurales: las personas trabajadoras, las pequeñas empresas y los agricultores que conocen a la perfección sus paisajes y economías locales. El cambio debe tener sus raíces en la experiencia rural y adaptarse a los contextos específicos y las prioridades singulares de las zonas rurales de Estados Unidos y del Medio Oeste.
El informe sugiere que para impulsar las soluciones climáticas rurales, son necesarias inversiones permanentes y explícitamente rurales de los gobiernos estatales y federales, la filantropía y el sector privado. Los recursos pueden ayudar a financiar el desarrollo de infraestructura y la creación de empleo en torno a la energía renovable y las industrias más limpias, proporcionar capital inicial para que los agricultores adopten prácticas regenerativas y ayudar a los residentes y las empresas rurales a electrificar sus hogares y vehículos.