Hoy, y todos los días, la Fundación McKnight sigue centrada en nuestra misión de promover un futuro más justo, creativo y abundante en el que las personas y el planeta prosperen. Nuestra misión y este momento nos exigen que prioricemos la acción climática y la equidad racial en todos los aspectos de nuestro trabajo, para que nuestro planeta se estabilice y cada persona alcance sus más altas aspiraciones.
Seguimos creyendo plenamente que los próximos años nos brindarán oportunidades extraordinarias para crear un futuro más fuerte para las personas y el planeta, y estamos agradecidos por el trabajo que nuestros socios han hecho y seguirán haciendo para acercarnos a ese futuro cada día.
Un futuro en el que barrios enteros y cada comunidad se beneficien de la energía y el transporte limpios, y nuestras inversiones generen empleos y una economía resiliente.
Donde los movimientos impulsados por la gente provocan cambios que fortalecen nuestra democracia.
Donde la agricultura local apoya a las familias, la seguridad alimentaria y nuestro medio ambiente.
Donde los líderes comunitarios tienen los recursos para reconstruir y revitalizar los corredores culturales, centrando la equidad, la propiedad y la sostenibilidad, y creando centros de oportunidades, creatividad y curación.
Donde artistas y portadores de cultura construyen escenarios de pertenencia, alegría y justicia.
Donde las personas se organizan a través de sectores y experiencias vividas para dar forma a nuevas narrativas y generar apoyo para comunidades donde cada persona pueda prosperar.
Durante más de 70 años, la Fundación McKnight ha tenido el privilegio de colaborar con socios increíbles de Minnesota, del Medio Oeste y de todo el mundo y de aprender de ellos. En ese tiempo, la Fundación y nuestros socios atravesaron momentos complejos y dinámicos. Hoy, seguimos comprometidos a encontrar caminos hacia un futuro compartido y próspero junto con nuestros socios, vecinos y aquellos llamados a liderar.
Reconocemos plenamente que este momento es doloroso para muchos y que el camino que tenemos por delante presenta nuevos y difíciles desafíos. Los próximos años exigirán mucho trabajo, concentración, determinación y atención mutua. Con el progreso vienen obstáculos y reveses, y estamos comprometidos a mantener la vista puesta en el objetivo y no dar un paso atrás, sino avanzar junto con nuestros socios para afrontar este momento.
Si la historia de los movimientos en Estados Unidos nos ha enseñado algo, es que el trabajo, que se realiza de la mano con nuestras comunidades, continúa más allá de cualquier ciclo electoral. Que la labor de construir y fortalecer la democracia no siempre es lineal, fácil o clara. Requiere fortaleza y perseverancia constantes. Seguiremos avanzando y avanzando juntos, lo que requiere que ampliemos nuestra carpa, nos escuchemos unos a otros con genuina curiosidad y construyamos puentes a través de nuestras diferencias, las mismas diferencias que enriquecen nuestro tejido social y mantienen vibrantes a nuestras comunidades.
A medida que avanzamos juntos, debemos mirar más profundamente para vernos como vecinos con sueños y aspiraciones comunes para nosotros, nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país. A pesar de los relatos de polarización arraigada, debemos reafirmar una sociedad estadounidense en la que todos tengan un lugar en común, donde reconozcamos los antecedentes distintivos y únicos de nuestros vecinos como activos que nos hacen colectivamente más fuertes y donde valoremos nuestra interdependencia y nuestra libertad individual. Como organización y agente de cambio, seguiremos cultivando un mundo que apoye el sentido de pertenencia de las personas de todos los ámbitos de la vida que trabajan juntas para hacer de nuestro mundo un lugar mejor.
Estas palabras de la poeta Amanda Gorman resuenan en mí en este momento:
No miramos lo que se interpone entre nosotros, sino lo que tenemos delante. Cerramos la brecha porque sabemos que para poner nuestro futuro en primer lugar, primero debemos dejar de lado nuestras diferencias. Deponemos las armas para poder extenderlas unos a otros, buscamos que nadie se haga daño y que todos estén en armonía.
Trabajemos juntos para construir el mundo que soñaron nuestros antepasados y que las generaciones actuales y futuras merecen.
Acerca de la Fundación McKnight: La Fundación McKnight, una fundación familiar con sede en Minnesota, promueve un futuro más justo, creativo y abundante donde las personas y el planeta prosperen. Establecida en 1953, la Fundación McKnight está profundamente comprometida con el avance de soluciones climáticas en el Medio Oeste; construir un Minnesota equitativo e inclusivo; y apoyar las artes y la cultura en Minnesota, la neurociencia y los sistemas alimentarios globales.